martes, 13 de noviembre de 2007

(buenos aires, miercoles 14 de noviembre,1:05 am)

La interioridad del paisaje es a veces exasperante para los extranjeros de mi alma que por primera , y tal vez única, vez arrivan con espectactivas que ignoro;pero nada puedo hacer, el jardín de adentro lo esculpió el viento y tiene su propia sabiduría creada del roce forjado entre los roces de cactus y tréboles. Jamás nadie amaría la leche y la sangre a la vez.
A veces un parpadeo , que en tiempos terrestres equivaldría a medio segundo o tal vez milésimas de éstos, puede que bajo otra lectura sea una eternidad . Llegado el caso, todo dependería de lo que cada uno pensó o vió cuando las pestañas como alambres finísimos envolvieron en silencio el cerco de la visión.