viernes, 23 de noviembre de 2007



(buenos aires, viernes 23 de noviembre,2:09 am)

Nada de todo esto ha sido creado o construido para mí.Mis ojos enajenados lo supieron todo apenas hubieron desvirgado sus membranas párvulas aquellos primeros dolorosos montículos de luz.
¡Extranjero soy en trance nómade!
Y chocan mis deseos de gritar contra los bloques de hierros, cemento y cristales que proliferan en su desquiciante paisaje urbano.
Estas baldozas no se colocaron aquí para que mis pasos dejaran sus huellas indelebles. Este teléfono público bajo la sombra de un solitario palo borracho jamás proyectará mi voz controlada desde los satélites que orbitan el mundo.La mesa de ese bar en el rincón junto a la reproducción en cartón brillante del beso de Klimt en perfecta armonía con el colorado suave del mantel, nunca sostendrá mis codos al leer un periódico ningún domingo. Esa verde manzana en su canasto de mimbre está destinada desde hace siglos a ser deglutida por otra mandíbula mas bella y menos sarcástica que la mía. Esa butaca que está a mi lado en el cine de Diagonal al 1100 guardará en secreto la emoción de otra alma que no es la mía.
Sólo ésta copa de vino agridulce del Valle de Uco; el humo del Benson & Hedges cubriendo mi habitación con su azulada danza;el ángulo desde el que observo con la ventana abierta la punta diamantina de esa luna de noviembre, redonda como una perla estática; la desnudez de mi cuerpo blanco sobre las sábanas recién lavadas; el teclear de los dedos de Thelonius Monk sobre su piano;ésta negra lapicera Bic que guardo como un tesoro y que corre sobre el papel como un conejo amorfo desesperado por llegar a su madriguera húmeda;todo esto, sólo esto, ha sido creado para mí. (Y lo poseo con vehemencia).
Y una soledad infinita como una raíz debajo de la tierra y un desamor que disimulo a cada instante y la insonoridad de mis alas de ángel colgadas de la percha junto a las camisas...
¡Pretencioso ,único y puro, ángel!
¿Qué más?
Sólo los instantes me salvan a veces de morir.
UNA NIÑA QUE LLORA TROCITOS DE MADERA



La inexplicable manifestación corporal ocurrió en la localidad de Colonia Liebig, en Corrientes. El inicio de las extrañas lágrimas tuvo lugar el sábado pasado y desde entonces la niña no cesó de segregar el material
Para la Unidad Regional VI de Ituzaingó, no existe explicación lógica para que una niña de nueve años llore astillas de madera.El inefable suceso ocurrió el sábado pasado en la localidad de Colonia Liebig y, según las fuentes consultadas, la pequeña de nueve años comenzó a tener las misteriosas segregaciones de un momento a otro.
Según difunde el portal Corrientes Noticias, la persona que la atendió aclaró que se tratan de "trocitos de madera, no lágrimas con astillas".
"Nosotros estamos asombrados, eliminó muchísimos trocitos de madera, no están muy congestionados. La menor vive en la parte poblada de Liebig. Son trozos de madera tipo yerba", explicó uno de los testigos.
La segregación "sólida" comenzó el pasado sábado y a partir de allí la menor no pudo contener las inefables lágrimas.
Néstor Anocibar, juez de Instrucción de Ituzaingó, avaló los hechos y confirmó que la niña de nueve años segrega pequeños trocitos de madera.