miércoles, 30 de mayo de 2007

(paraná, martes 29 de mayo,5:52 am)
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Otra llegada.Otro llegar.El río nocturno murmura cosas inaudibles desde la oscuridad que niega la prepotencia obvia de la mañana.
Si todos los pájaros del mundo volasen a la vez hacia un mismo punto,creo sin dudas que elegirían el nido reseco y tibio de mi corazón.Al menos por un leve instante.
La locura de transitar se torna piel, y así los sueños encuentran realidad en esta historia.
¡Como un pensamiento la velocidad ha sido tan fugaz!
Y ví cómo el cielo en sequía descomunal, a punto de estallar en lágrimas de oro,coronó la noche del vacío.
Palpo a ciegas un magma perfumado y esta magra soledad que ya no quema;recuerdo un tango sin bailar desde un balcón de Monserrat;muñecos de aserrín moviendo las pestañas en disco Zen,donde ocho besos de alcohol recibí en una noche cordobesa.
Vamos a reconocer las huellas que quedaron casi tiesas, me digo... y me sigo silencioso y altivo, esta vez.

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