martes, 22 de mayo de 2007

(córdoba,martes 22 de mayo, 2:20 am)
. . .

El viejo bienestar del silencio palpa mis costillas blancas como dientes de leche debajo de una almohada de esa infancia violada junto al olor del adobe seco de la siesta en el patio de atrás.
El cielo llora en esta ciudad que desconozco.Otra más en el mapa trazado de improviso sobre la mesa de madera.Restos de café.Colillas de cigarrillos en el cenicero como una isla asqueante.Plantas que nutren la atmósfera pesada del encierro.
Un enjambre de imágenes dolorosas aletean siempre desde las sombras que mi cuerpo proyecta sobre los muros.
Los otros muros.
Como aquel que jamás mostraste en tu jardín falseado.Asco tu muro de palabras. Asco tu muro infectado para siempre.
Me abrazo a mi mismo para tiritar un poco menos.
Los libros que se acumulan contienen historias inverosímiles que ayudarán un poco en este arduo laberinto de la escapatoria inócua.
Los otros muros.
El antiguo muro derribado.Polvo de su ser que piso.
"Help me!"...gritan lo parlantes en todas las habitaciones donde me miré desnudo en el espejo al sentirme gris.

No hay comentarios: