martes, 4 de septiembre de 2007

(mendoza, lunes 3 de setiembre,2:30 am)

Rotura de papeles acumulados. Kilómetros de tinta negra deglutidos por las rajaduras que se amparan en lo inservible de ciertos tiempos pasados.
No, no me mataría delante de nadie; o tal vez sí, delante de un espejo ovalado de alguna habitación prestada en un ocaso , hacia mi inminente horizonte zen de hule.
El olor de una piel se esfuma con el viento.
Mi caja de maquillajes está vacía.
Los abrazos que quise dar los dí en éstas últimas horas, y ahora mis manos cargarán los leves equipajes de lo incierto, y como una sombra más deambularé sin prisa tus calles húmedas y ruidosas.
Cuando era niño, cuando en la niñez era niño (decía el cuento), cuando en la niñez era un niño-hombre con las piernas salpicadas de sangre y un mustio silencio de siesta sofocante, dejé de creer. Muerte de la credulidad. Asco de las palabras y su tormento chato. Pero a veces, cuando el niño-hombre me abandona unos instantes rompo esa especie de mandato/condena y CREO ; sí, de pronto creo que mi risa es una puerta donde la luz imperará por siempre.
Tenues los poemas escritos los recorren mis ojos en brutal letanía.
Ahora suena Patti Smith cantando Small Like Teen Spirit.
Desterrado del amor transito en círculo.El círculo son mis pies y camino a través de él.
El reloj delata numeralidades exactas.
El tiempo del miedo ha sido arduo y ha sido consumado.
¡Eli, Eli, lama sabajthani!
El tiempo de la resurrección cuelga en el cielo como una luna nueva, como un diamante que brilla en desmesura sobre los tejados pardos del mundo.
El tiempo habla de profecías por cumplir.
El tiempo dice verdades que algunas veces creo y otras no.

* * * * *

(mendoza, domingo 2 de setiembre,11:23 pm)

Le dije a ella que las lágrimas son el líquido amniótico que hemos bebido antes de nacer y que, acumulado en el corazón, un día, y sin razón aparente,desbordan los diques construídos de pestañas.
No mentí ni exageré.
Ahora, para mí:

la belleza es naranja
escupe semillas en la arena del pez
silencio en la piedra
almíbar de furia
niño en la tormenta

oh inconstancia
corazón de plumas ancianas

1 comentario:

una mun dijo...

El silencio
de lo irrecuperable
demanda otro refugio