domingo, 9 de diciembre de 2007

(buenos aires, domingo 9 de diciembre, 3:02 pm)

"NO, MI CORAZÓN NO ESTÁ CORROMPIDO.ES DÉBIL,DEMASIADO DÉBIL...PERO EN ESTO ¿NO HAY CORRUPCIÓN?"
("Werther", Goethe)

Evado las palabras claves del universal vocabulario humano, como buscando torpemente anclar en un blanco desierto sin sonidos ni sus consecuentes magros ecos en trizas de porcelana.
Desearía borrar de la memoria y la conciencia toda huella estampada en el camino de los discursos.No reinventar ni redimir: BORRAR.
Aquel amigo que llevaba en nuestra adolescencia su guitarra semiacústica a cuestas sin saber sacarle ni siquiera un solo acorde dormita hoy bajo los cascotes de una tumba que jamás visité para no llorar la pena del destierro en que nos sume quienes se caen.
(Recuerdo casual del cumpleaños de Pablo, hoy).
¿Y cuando yo me vaya?
¿Escanciaré el vino color rubí dentro de la copa, besaré la punta helada del cañón del revólver y pensaré en el último instante de mi aire en aquel mediocre nombre que me ha persiguido todo este tiempo como una sombra del mal?
Hoy hay sol, mucho. Saldré a disimular mi ceguera impar unos momentos.
Demostraciones en las cosas prematuras. Apocalípsis diminutos como válvulas de escape a la razón transfigurada.Choque de galaxias hermafroditas en las cutículas de las invisibles uñas de dios.
El color gris invernal del mar, el azuloso paredón de las montañas,el multifacético verdor de los bosques: ¡todo eso ya lo vi!
¿En qué recóndito lugar de la memoria me volveré olvido?
Pálido el diálogo de mi rostro mustio frente al manifiesto del espejo plano.

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