martes, 24 de julio de 2007

(buenos aires, martes 24 de julio, 3:25 pm)

Un tumba.No una tumba sino el hedor de tumba abierta, de pronto deshabitada por su ocupante mudo. Nauseabundos pero suaves aromas de humedad y perfume de gusanos llenos de bilis humana.
La memoria del muerto es un chip electrocutado ya.
El recuerdo de ese hedor desde ayer en mi nariz, despertando en mi conciencia la imagen de terrozos huesos secos y andrajos de un traje a cuadros en cuyo bolsillo deposité esa vez una margarita seca traída desde El Bolsón.
Ayer se cumplieron 18 años de la muerte de mi padre.

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